Desafortunadamente, a menudo vemos gatos, especialmente machos, con problemas de orina y micción. A veces puede ocurrir que los gatos desarrollen una infección de vejiga que cause una obstrucción de las vías urinarias. En ese momento, el gato ya no puede orinar, lo que puede llevar a grandes problemas e incluso a un paro cardíaco.
A menudo escuchamos la historia del dueño de que el gato se comporta de manera extraña, va frecuentemente a la caja de arena pero no produce nada, o parece que el gato está estreñido. En algunas situaciones incluso vemos que el gato vomita y tiene dolor en el abdomen. A estos pacientes queremos verlos lo antes posible para aliviar la obstrucción.
Hay varias causas para estas inflamaciones de la vejiga. La mayoría de las personas piensa inmediatamente en una infección bacteriana, pero esto solo ocurre en aproximadamente el 2% de los casos.
Otras causas son cristales o cálculos en la vejiga, pero en la mayoría de los casos vemos que no hay una causa médica para esta inflamación. Varios estudios han demostrado que existe una conexión entre el estrés en los gatos y estas cistitis, y a menudo escucho historias de otros animales en casa, mudanzas o reformas, u otras situaciones estresantes para estos gatos.
También recomiendo a los dueños que reduzcan al máximo todas las formas de estrés después del tratamiento, para prevenir en la mayor medida posible las recaídas.