La historia de Nacho: enfermedad FIP

Taco (derecha) y Nacho (izquierda) son dos gatitos British Shorthair que llegaron a vivir con sus humanos en agosto. Tienen exactamente 3 semanas de diferencia y provienen de dos criadores diferentes, pero llegaron a la casa al mismo tiempo. A menos de dos días ya eran mejores amigos y desde entonces son inseparables. ¿No es adorable?

En diciembre del año pasado fue el momento de castrar a Nacho y Taco. Normalmente, es un procedimiento relativamente pequeño del que los gatos machos se recuperan rápidamente. En el caso de Nacho no fue así. Desde la operación, notaron algunos síntomas en Nacho.

• No jugar más
• Dormir mucho
• Abdomen hinchado
• Fiebre

Especialmente el abdomen hinchado es el síntoma principal de la FIP (húmeda).

Después de esto, fueron directamente al veterinario con Nacho, pero de esta visita no surgió nada. Por supuesto, confías en la palabra del veterinario, pero aún así había muchas preocupaciones. Los humanos de Nacho hicieron su propia investigación en línea y los síntomas de Nacho indicaban fuertemente FIP. La corazonada fue acertada y finalmente a Nacho se le diagnosticó FIP.

Antes de los resultados oficiales, comenzaron el tratamiento para Nacho. No había tiempo para esperar. En la PIF, cada día, a veces cada hora, es crucial y se debe actuar lo más rápido posible.

Las señales de Nacho fueron tan claras que se inició el tratamiento de inmediato. Si no fuera PIF, la medicación no habría sido dañina.

Ahora a Nacho se le inyecta en casa todos los días a la misma hora durante 84 días. Al principio era bastante fácil de administrar, pero cada vez se vuelve más difícil. El líquido quema mucho en su piel y Nacho siente mucho dolor durante estas inyecciones. Muy triste, pero lo está haciendo muy bien.

¡Después de solo cuatro días de inyecciones, Nacho comenzó a jugar lentamente de nuevo! Después de aproximadamente una semana, también comenzó a disminuir la hinchazón de su abdomen con líquido.

Pasaron casi dos semanas para que llegara el resultado oficial del veterinario. Si hubieran esperado, probablemente Nacho ya no se podría haber salvado. Si no se inicia el tratamiento, la PIF casi siempre es mortal para los gatos. ¡Los humanos lo intuyeron bien por su amiguito!

Al principio de la enfermedad de Nacho, Taco quería mucho jugar con Nacho, pero no pudo porque estaba demasiado enfermo.

Por esto, Taco a veces atacaba a Nacho y Nacho maullaba mucho a Taco. En un momento dado, Taco se dio cuenta de que Nacho no quería jugar con él y por eso buscó atención de otras maneras. Se volvió extremadamente inquieto en casa y a menudo corría por toda la casa.

Los humanos se convirtieron en el nuevo juguete de Taco para evitar que se aburriera. ¡Ahora ya juegan juntos de nuevo!