Has desempacado tus maletas, tú has vuelto al trabajo, pero ¿tu gato? Está inquieto, maúlla más de lo normal o se retrae. ¿Te suena familiar? Entonces no eres el único.
Durante tus vacaciones, mucho ha cambiado en su pequeño mundo: una cara diferente que le daba de comer, un nuevo olor en casa y quizás incluso un lugar distinto para dormir. Y ahora has vuelto con tu agenda llena, prisas matutinas y estrés laboral. Así que es muy normal que tu gato esté un poco desorientado. Y claro, esto varía según el gato: uno lo supera rápidamente y otro tarda semanas. Aquí tienes al menos algunos consejos para que se sienta cómodo de nuevo pronto.


