Los días se acortan y la temperatura baja. Nos ponemos un suéter extra o subimos un poco la calefacción. Pero, ¿qué pasa con tu gato? Los gatos parecen poder soportar bien el frío con su pelaje grueso, pero ellos también pueden pasar bastante frío en invierno. Afortunadamente, hay muchas maneras de mantener a tu gato cálido y cómodo durante los meses fríos.
Los gatos son verdaderos buscadores de calor. A menudo los encuentras en el alféizar de la ventana cerca de la calefacción o están acostados sobre tu ropa limpia. Así que proporciona varios lugares suaves donde puedan acurrucarse y preferiblemente fuera de las corrientes de aire. Piensa, por ejemplo, en una cesta con una manta de forro polar dentro.
Los gatos que viven afuera son aventureros, pero en invierno puede hacer demasiado frío y estar húmedo afuera, especialmente por la noche. Asegúrate de que tu gato siempre pueda entrar cuando quiera. Una gatera con reconocimiento de chip es ideal: así solo tu gato puede entrar y no tienes que levantarte en medio de la noche para abrir la puerta.
Nadie quiere su ‘baño’ en el frío y tu gato tampoco. ¿Está la caja de arena en un pasillo con corrientes de aire? Entonces puede que tu gato la use menos. Coloca su caja de arena mejor en un lugar un poco más cálido y tranquilo.
En invierno, los gatos usan más energía para mantenerse calientes. Especialmente los gatos que están afuera pueden necesitar un poco más. Consulta con tu veterinario si es conveniente darles un poco más de comida o comida con más calorías. ¡Y no olvides darle agua extra a tu gato! Debido a que en invierno subimos la calefacción, esto hace que tu casa esté llena de aire seco, lo que provoca que los gatos se deshidraten más rápido. Por lo tanto, coloca agua fresca en varios lugares o usa una fuente para beber.
Los gatos a veces caminan afuera sobre baldosas frías o incluso nieve. Revisa regularmente sus patitas en busca de heridas, grietas o restos de sal (¡la sal para derretir hielo puede irritar!). Límpialas después de un paseo o aventura al aire libre con un paño húmedo.
¡El movimiento también ayuda contra el frío! Un gato activo no solo se mantiene en forma, sino que también se calienta. Despierta su instinto de caza con juguetes, varitas de plumas o una linterna láser. Unos minutos de juego al día hacen maravillas.
Los gatos son curiosos y les gusta acercarse a fuentes de calor. Así que presta mucha atención a las chimeneas abiertas, las velas o los calentadores eléctricos. Un pequeño movimiento de la cola puede ser suficiente para un accidente. Así que intenta vigilarlos siempre.
¿Quieres darle a tu gato un lujo de verdad? Bueno, existen camas para gatos especiales con calefacción o alfombrillas auto-calentables que reflejan la temperatura corporal de tu gato. Ideal para gatos mayores o gatos con dolor en las articulaciones.
Un poco de atención extra en invierno hace maravillas para tu gato. Dale calor, comodidad y seguridad y seguro que recibirás a un peludo ronroneante y satisfecho.
¿Tiene tu gato un lugar cálido favorito en casa?
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